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jueves, 25 de julio de 2013

Anatomofisiología del Oído: Hueso Temporal

  
  El Oído Medio (u OM), se encuentra ubicado en el cráneo, en la porción petrosa del hueso temporal. Para este efecto, realizaremos primeramente una descripción del hueso que contiene al oído medio para posteriormente realizar una descripción anatómofisiológica del órgano mismo. 

Hueso Temporal

  El hueso temporal es un hueso par, que forma parte tanto de la pared lateral de la bóveda del cráneo, por debajo del hueso parietal;  y conformando la baste de este entre el Occipital y el Esfenoides. Por esto, una de sus caras es endocraneal, es decir mira a la cavidad del cráneo; y la otra es exocraneal.

Ubicación derecha del hueso temporal


  Contiene en su espesor los receptores periféricos de la audición y el equilibro, adquiriendo por este hecho una gran importancia.
  Esto es a través de la conformación de tres compartimientos:

 Un compartimiento externo
  La porción ósea del CAE.
 Un compartimiento medio
  Denominado oído medio o cavidad timpánica, que está separada del CAE únicamente por la delgada membrana timpánica. Esta cavidad, por medio de la trompa faringotimpánica (o trompa de Eustaquio), se comunica con la Nasofaringe. Esta disposición anatómica es origen frecuente de infecciones que pueden extenderse a las cavidades anatómicas del Temporal.
 Un compartimiento Interno
  Oído Interno, donde se encuentran los receptores de los sentidos de la audición (la Cóclea) y el equilibrio (Vestíbulo).

  Morfológicamente, el hueso temporal difiere según las edades, si tomamos el temporal de un feto de siete u ocho meses, veremos que está constituido por tres piezas óseas perfectamente distintas

• Porción Escamosa o Concha del Temporal.
• Porción Petrosa, Porción Pétrea o Peñasco.
• Porción Timpánica.


Porción Escamosa o Concha del Temporal

  Ocupa la parte inferior y superior del hueso, y posee una forma laminar, o sea, aplanada muy delgada, de contorno irregularmente circular. Situada delante de la porción petrosa se articula con la mayor parte de la cara ánteroinferior de esta porción.
  Por su cara endocraneal, está en contacto con la duramadre que corresponde al cerebro.
  Por su cara inferior, muy irregular, presenta una superficie más estrecha que forma el techo del  CAE.
  En la porción retromeática de la concha, y por detrás de la Espina de Henle o Spina Suprameatum, se percibe generalmente un "semillero" de orificios vasculares más o menos distintos que constituyes la Zona Cribosa Retromeática, importante sobre todo en el niño a causa de sus relaciones con una cavidad profunda, el Antro Petroso formando la pared externa de éste. 

Porción Petrosa, Porción Pétrea o Peñasco

  Llamada así en razón de su dureza, está situada por detrás y por dentro de la Porción Escamosa. Tiene forma en su conjunto de una pirámide cuadrangular, de la que dos caras son inferiores y exocraneales.

  Su eje se dirige oblicuamente  de fuera hacia adentro, y de atrás hacia adelante, siendo en su conjunto perpendicular al plano sagital.

  Esta porción, es la más compleja del hueso temporal, a causa de sus conexiones, de las importantes cavidades que contiene y de los numerosos conductos que lo atraviesan, conformando la mayor parte de la cavidad ósea del OM y la totalidad del oído interno (OI).

  Dentro de los aspectos anatómicos a resaltar de esta porción, forma el lecho de la porción cartilaginosa de la Trompa Faringotimpánica ( o Trompa de Eustaquio), conforma la punta de la apófisis mastoides y la cara interna de esta. Su Zona Media, se encuentra ocupada por la Fosa Yugular que forma una cavidad variable que aloja el extremo superior hinchado en golfo de la Vena Yugular Interna. El borde ánterosuperior del Peñasco, desarrollado en su parte media, constituye el TEGMEN TYMPANI. Este, que corresponde a la pared anterior de la cara ánterosuperior del Peñasco, se caracteriza por ser una lámina ósea delgada que forma el techo del OM. Esta porción de la cara anterior, delgada y aveces fenestrada (que tiene numerosos orificios o pequeños agujeros), conocida como TEGMEN TYMPANI o techo del OM; constituye la bóveda del Aditus ad Antrum y del OM; la infección de estas cavidades pueden extenderse fácilmente a las meninges del lóbulo temporal y a este mismo, atravesando el delgado hueso.

  La base, está constituida por la parte posterior de la regió mastoídea del temporal. Agunos autores describen la región mastoídea con su apófisis como una porción separada del hueso temporal, pero que se desarrolla después del nacimiento, a partir del Peñasco. La apófisis mastóides, larga y redondeada, suele incluir muchas cavidades neumáticas comunicadas entre sí. Ésta se desarrolla de una manera singular, extendiéndose por arriba, abajo y atrás; y adquiriendo tal importancia en su desarrollo, que se le individualiza como Porción Mastoídea del Temporal.

  A 5 ó 6 mm. por fuera y encima del agujero auditivo interno existe una depresión irregular, vestigio de una excavación profunda, la FOSSA SUBARCUATA, que existe en el Peñasco del recién nacido y que da paso en él a una prolongación de la duramadre y a algunos vasos.

Porción timpánica

  Situada en el lado externo de la Porción Petrosa y por debajo de la Porción Escamosa, al nacimiento tiene la forma de de un círculo al que le falta el 1/5 superior, de aquí el nombre de CÍRCULO TIMPÁNICO.

  Con el desarrollo del niño, experimenta en su parte externa de su cara posterior una expansión triangular que aplicándose casi exclusivamente en la Porción Escamosa, transforma en canal esta parte externa del Hueso Timpanal, para constituir con la porción correspondiente de esta, las paredes del CAE, en su porción ósea. Presenta en su superficie interna un surco igualmente circular: es el SULCUS TYMPANICUS (o Anillo Petroso de Gerlach), en el que se inserta la membrana timpánica.

  El círculo timpánico es la porción ósea que sufre más transformaciones en su desarrollo. Sin perder su forma semicircular, se desarrolla:

  Por dentro, encontrándose con la porción del Peñasco correspondiente a la que se suelda, desapareciendo la Cisura Petrotimpánica.

  Por fuera, no encuentra obstáculos para crecer aproximadamente 1,5 cm., de manera que, al llegar a su desarrollo completo ya no forma un círculo incompleto, si no, que un cilindro hueco incompleto, o mejor graficado como un canal semicircular de concavidad superior.

Hueso temporal derecho - vista externa
Donde 1.- Porción Escamosa. 2.- Porción Timpánica. 3.- Porción Petrosa.
a.- Apófisis cigomática. b.- Apófisis estilóides. c.- Apófisis mastóides.
d.- Cavidad glenoídea. e.- CAE (porción ósea). f.- Espina suprameática
g.- Línea temporal inferior.



Conexiones del Hueso Temporal

  El hueso temporal se articula con cinco huesos:

• Por arriba, con el hueso Parietal.
• Por detrás, con el hueso Occipital.
• Por delante y por dentro, con el hueso Esfenoides.
• Por delante y por fuera, con el hueso Malar.
• Por abajo, con el hueso Maxilar inferior (o Mandíbula)
• Finalmente, por la Apófisis Estiloides entra en relación con el Arco Hioídeo.

Desarrollo del Hueso Temporal 

  El Hueso Temporal experimenta, en el curso del crecimiento, modificaciones extremadamente marcadas.

  El desarrollo del hueso temporal está condicionado por:

i. Factores Hereditarios

ii. Factores Mecánicos

  Los más importantes son:

a) Los músculos masticadores: Temporal, Masétero y Digástrico. Que obran directa o indirectamente por su acción en el Cóndilo del Temporal y la Cavidad Glenoídea.

b) El Músculo Esternocleidomastoídeo desempeña un papel predominante en la morfología de la apófisis mastóides, que se debe considerar como una Apófisis de inserción.

c) El cerebro, desempeña también un papel importante por su crecimiento en la anchura del hueso temporal. Rechaza hacia afuera la Porción Escamosa, obligándola a formar el techo del CAE. Por dentro, además de su acción de orientación del laberinto (OI), al que parece regir, determina la morfología de la superficie endocraneal del Peñasco. Por intermediación de los vasos sanguíneos y de los nervios que de él parten o a él llegan, obra directamente con el Temporal.

d) El desarrollo del aparato de la audición. Es ciertamente el factor preponderante del crecimiento del Temporal. En el feto y en el recién nacido, el Peñasco es, por así decirlo, únicamente laberíntico (OI).

  El desarrollo del OM implica la formación del Tegmen Tympani y determina la configuración definitiva de las porciones del Peñasco, dela Escama y del Hueso Timpanal que lo limitan.

iii. Procesos de Resorción y de Naumatización

  El muy variable en su desarrollo, y es el último factor que entra en acción en el desarrollo del Hueso Temporal. El OM se desarrolla sobre todo en el Peñasco y en la parte pósteroinferior de la Concha. El OM aumenta en ciertos casos el volumen de la región masoidéa y, sobre todo, de su apófisis. Esta última, de origen muscular, sería modelada secundariamente por el proceso de neumatización. Su combinación es extremadamente compleja, pues, obran simultáneamente unos factores sobre otros en el tiempo y espacio.

  Una vez terminada la osificación del cráneo, el Hueso Temporal forma un todo absolutamente divisorio.

Características del Hueso Temporal en el Recién Nacido (RN)

  Las uniones interóseas del cráneo están abiertas, y por lo tanto, las tres porciones del hueso temporal se identifican fácilmente.

  La porción timpánica, es simplemente un Anillo Timpánico, abierto por arriba y que podría compararse a una herradura.

  La membrana timpánica está en el mismo plano que la superficie del cráneo-
  La cavidad Glenoídea mira más, hacia afuera que hacia abajo.
  La cavidad llamada Antro Timpánico está bien desarrollada en el RN, pero el esbozo de la Apófisis mastóides es compacto, de manera que se puede afirmar que no hay Apófisis Mastóides.
  Este hecho, hace que el agujero Estilomastoidéo quede en la superficie y por lo tanto, da la posibilidad que el Nervio Facial (VII) se lesione fácilmente en la extración del RN por fórceps.

Desarrollo del Hueso Temporal

i. El aspecto del RN y las modificaciones con la edad del hueso temporal son notables e importantes.

ii. Los fenómenos de osificación de todos los huesos de la cabeza comienzan en diversos centro hacia la 8va semana de gestación, pero hay dos excepciones, unas de las cuales son los cartílagos que proceden de las cápsulas auditivas.

iii. En el hueso Temporal, aparece un centro de osificación intramembranoso en la 8va semana, para la Escama.

iv. En el 3er mes, aparece otro del mismo tipo para el hueso timpánico y forma un anillo en herradura que se une con la Escama inmediatamente antes del nacimiento, y otro que se presenta después del mismo.

v. El centro superior se fusiona con el Peñasco durante el primer año de vida, y con el inferior después de la pubertad, si acaso lo hace.

vi. La soldadura de las tres piezas esenciales del temporal, la porción escamosa, la porción Petrosa y la porción Timpánica, empieza en el último mes de vida fetal. Al nacimiento, esta soldadura está bastante adelantada y termina en el primer año o en la primera mitad del segundo.

  La existencia de aberturas entre los tres huesos que conforman el hueso Temporal, permiten el pasaje de gérmenes.

  Así tenemos que:

• El anillo Timpánico se une a la escama inmediatamente antes o después del nacimiento.
• Las porciones Petromastoídeas y Escamosa consolidan en el primer año, junto la porción de la apófisis estiloides, no se suelda al temporal hasta el duodécimo año basal de la apófisis estiloides.
• El anillo Timpánico presenta un aumento general en su tamaño, extendiéndose hacia afuera y atrás, sobre todo en sus porciones anterior y posterior que se unen lateralmente, circundando el agujero de Huschke (o foramen timpanicum) -pequeña abertura en la parte central delgada de la porción timpánica del Temporal- que se cierra hacia los cinco años de edad, pero persiste en muchos cráneos.
• Las cavidades matoídeas no existen en el recién nacido, ya que la Apófisis Mastóides es compacta al nacimiento. Las cavidades neumáticas del Oído son evaginadas de las cavidades del OM, revestidas de mucosa, suponiéndose que la aparición de las Cavidades Naumáticas sería secundaria al engrosamiento óseo. Estas cavidades, crecen con la edad, presentando su máximo desarrollo en la vejez. Hacia el final del primer año empiezan a aparecer, por erosión gradual de la capa del tejido óseo que se separa a este nivel la tabla externa de la tabla interna, siendo invadida por prolongaciones de cavidades neumáticas a parir del antro.

  La Ap. Mastóides, comienza a hacerse notablemente hacia el final del segundo año de vida, y es aún relativamente pequeña a los 6 años. Las cavidades neumáticas no muestran desarrollo rápido, si no poco antes de la pubertad. Esto ocurre en grado variable en distintas personas; normalmente en un 20% de los casos, la Ap. Mastóides permanece como hueso duro o diploico que posee médula, con persistencia de la forma infantil.

  En un 80% de los casos, al Ap. Mastóides de desarrolla, e incluye cavidades neumáticas que se extienden hacia arriba de la escama, hacia delante del meato y hacia tras del occipital.
  Esto es de gran importancia cuando ocurre una infección; cuando la mastóides posee abundantes cavidades neumáticas, la inflamación aguda puede llegar a la superficie, constituyendo un Absceso Subperióstico, y en el tipo compacto, la inflamación puede no manifestarse, puesto que se circunscribe al Antro y es fácil que se tome crónica. En consecuencia, en las Otitis Media Crónicas (OMC) es común observar mastóides de tipo compacto.

  Teniendo claro el hueso que contiene este órgano y sus particularidades, procedemos a realizar anatómica del oído, centrándonos en el OM.

  El sistema del sentido de la audición y el equilibrio, pueden dividirise de un punto de vista didáctico en una:

i. Porción Periférica

  Compuesta por el oído, y que incluye los órganos receptores periféricos. 
  De acuerdo a este concepto, la Porción Periférica, la podemos dividir en:

• OE
• OM
• OI
• Nervio Vestíbulo-coclear (Estatoacústico), con su: Pars Coclearis (o Cóclea) y Pars Vestibularis (o Vestibular).

ii. Porción Central

  Conformada por:

• Vías Nerviosas
• Centros que conforman partes del SNC, y la
• Parte Central, que la podemos dividir en una: Vía Auditiva Central
• Centro Subcorticales y corticales de la audición (Sistema Vestibular Central)

  El límite anátomo-morfológico entre las porciones periféricas y porciones centrales, está dado por el punto de entrada del VIII Par Craneal al Tronco Cerebral (ángulo pontocerebeloso), en donde la porción periférica del nervio vestíbulo-coclear se transforma en la porción central; y que mirado del punto de vista funcional, las neuronas periféricas terminan en los centros primarios.





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